viernes, 30 de octubre de 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

LA HISTORIA DEL CAFÉ


Gracias a la expansión del cultivo del café, a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX se observaron cambios importantes:

Acceso a la educación y campaña de vacunación para la sociedad salvadoreña.
Se construyeron obras de infraestructura como lo son: el Hospital Rosales, el Teatro Nacional, el Teatro de Santa Ana; así como también se realizaron obras de saneamiento (acueductos y alcantarillados), sistema eléctrico, asfaltaron las principales calles de San Salvador.
Inversión extranjera para la producción, financiamiento y exportación del café por parte de grupos de inmigrantes europeos.
Se crearon instituciones de apoyo a la caficultura como el Banco Hipotecario, la Compañía Salvadoreña del Café, el Departamento Nacional del café, la Asociación Cafetalera de El Salvador, Federación de Cajas de Crédito y el Banco Central de Reserva.
Se tomaron medidas económicas como: establecer el tipo de cambio (¢2.50/$1); se emite la Ley Moratoria; firma de acuerdos comerciales, como el Convenio Interamericano del Café.
Es en este periodo que el mercado mundial del café se ve afectada por dos crisis importante: La primera guerra mundial y en 1932 la recesión mundial, prolongándose hasta finalizar la segunda guerra mundial.
1929, la economía salvadoreña mostró un gran dependencia del cultivo de café, representando el 95% del total de las exportaciones. Cualquier variación en los precios significaba debilidad o progreso para el pueblo.
1932, como resultado de la crisis mundial, los precios internacionales reflejaban una reducción con porcentaje mayor al 200%. En el país, esto significó una contracción en la economía. Los caficultores no cubrían sus costos de producción, ni el valor de los créditos otorgados; perdiendo así sus fincas debido a los embargos ejecutados por los otorgantes del crédito.
En las fincas las labores agrícolas no se realizaban y las cosechas no se recolectaban en su totalidad, llevando a un desempleo en el sector rural. Igualmente en el sector urbano, se creó un ambiente de desempleo y se redujo el salario hasta en un 30% debido a que el presupuesto de la nación no podía cubrir los gastos.

PERÍODO COMPRENDIDO DE 1846 A 1900

Gracias a la expansión del cultivo del café, a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX se observaron cambios importantes:

Acceso a la educación y campaña de vacunación para la sociedad salvadoreña.
Se construyeron obras de infraestructura como lo son: el Hospital Rosales, el Teatro Nacional, el Teatro de Santa Ana; así como también se realizaron obras de saneamiento (acueductos y alcantarillados), sistema eléctrico, asfaltaron las principales calles de San Salvador.
Inversión extranjera para la producción, financiamiento y exportación del café por parte de grupos de inmigrantes europeos.
Se crearon instituciones de apoyo a la caficultura como el Banco Hipotecario, la Compañía Salvadoreña del Café, el Departamento Nacional del café, la Asociación Cafetalera de El Salvador, Federación de Cajas de Crédito y el Banco Central de Reserva.
Se tomaron medidas económicas como: establecer el tipo de cambio (¢2.50/$1); se emite la Ley Moratoria; firma de acuerdos comerciales, como el Convenio Interamericano del Café.
Es en este periodo que el mercado mundial del café se ve afectada por dos crisis importante: La primera guerra mundial y en 1932 la recesión mundial, prolongándose hasta finalizar la segunda guerra mundial.
1929, la economía salvadoreña mostró un gran dependencia del cultivo de café, representando el 95% del total de las exportaciones. Cualquier variación en los precios significaba debilidad o progreso para el pueblo.
1932, como resultado de la crisis mundial, los precios internacionales reflejaban una reducción con porcentaje mayor al 200%. En el país, esto significó una contracción en la economía. Los caficultores no cubrían sus costos de producción, ni el valor de los créditos otorgados; perdiendo así sus fincas debido a los embargos ejecutados por los otorgantes del crédito.
En las fincas las labores agrícolas no se realizaban y las cosechas no se recolectaban en su totalidad, llevando a un desempleo en el sector rural. Igualmente en el sector urbano, se creó un ambiente de desempleo y se redujo el salario hasta en un 30% debido a que el presupuesto de la nación no podía cubrir los gastos.

PERÍODO COMPRENDIDO DE 1950 A 2000

Gracias a la expansión del cultivo del café, a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX se observaron cambios importantes:
Acceso a la educación y campaña de vacunación para la sociedad salvadoreña.
Se construyeron obras de infraestructura como lo son: el Hospital Rosales, el Teatro Nacional, el Teatro de Santa Ana; así como también se realizaron obras de saneamiento (acueductos y alcantarillados), sistema eléctrico, asfaltaron las principales calles de San Salvador.
Inversión extranjera para la producción, financiamiento y exportación del café por parte de grupos de inmigrantes europeos.
Se crearon instituciones de apoyo a la caficultura como el Banco Hipotecario, la Compañía Salvadoreña del Café, el Departamento Nacional del café, la Asociación Cafetalera de El Salvador, Federación de Cajas de Crédito y el Banco Central de Reserva.
Se tomaron medidas económicas como: establecer el tipo de cambio (¢2.50/$1); se emite la Ley Moratoria; firma de acuerdos comerciales, como el Convenio Interamericano del Café.
Es en este periodo que el mercado mundial del café se ve afectada por dos crisis importante: La primera guerra mundial y en 1932 la recesión mundial, prolongándose hasta finalizar la segunda guerra mundial.
1929, la economía salvadoreña mostró un gran dependencia del cultivo de café, representando el 95% del total de las exportaciones. Cualquier variación en los precios significaba debilidad o progreso para el pueblo.
1932, como resultado de la crisis mundial, los precios internacionales reflejaban una reducción con porcentaje mayor al 200%. En el país, esto significó una contracción en la economía. Los caficultores no cubrían sus costos de producción, ni el valor de los créditos otorgados; perdiendo así sus fincas debido a los embargos ejecutados por los otorgantes del crédito.
En las fincas las labores agrícolas no se realizaban y las cosechas no se recolectaban en su totalidad, llevando a un desempleo en el sector rural. Igualmente en el sector urbano, se creó un ambiente de desempleo y se redujo el salario hasta en un 30% debido a que el presupuesto de la nación no podía cubrir los gastos.

INTRODUCCIÓN A LA PRODUCCIÓN DEL CAFÉ

El café se transformó en el producto sustituto a explotar (después de la producción de cacao, añil y bálsamo) los países Centro Americanos solo pudieron ampliar la producciones del café porque los habitantes de los países industrializados empezaron a consumir café en tales cantidades que el grano se convirtió durante el siglo XIX en un producto muy popular.

La demanda de la gente para tomar café significo asimismo, que el precio que se pagaba por el grano llego a tales niveles que muchos países decidieron integrarse al mercado mundial del café. Es decir que el café se convirtió en la "mayor esperanza", para los países agricultores y el gobierno de el salvador impulso la principal fuente de "riqueza natural" a la agricultura con el fin de producir el café.
No fue suficiente, por supuesto, que haya habido una demanda en el mercado mundial para que el "grano de oro" se impusiera por encima de todos los otros productos de exportación de El Salvador. Para establecer una producción cafetalera cualquier tamaño, un factor determinante es la obtención de tierras de suficiente altura y fertilidad como para permitir el crecimiento y la productividad óptimos del árbol de café. A mediados del siglo 19, El Salvador tenía muchas tierras adecuadas para el café, pero la mayor parte de estas nunca habían sido explotadas, excepto para la extracción de maderas y la caza de animales.
Antes de que fueran utilizadas para el café, muchas de estas tierras altas del occidente, centro y oriente del país estaban cubiertos de bosques de distintos tipos.


PRODUCCIÓN


Dado que El Salvador tenía tierras fértiles para la producción del café esta fue planeada de la manera siguiente:

Preparación de la tierra

Los empresarios o agricultores que quisieran establecer una finca de café primero tenía que preparar el terreno para la siembra de las plantitas de café, que previamente habían sido atendidas en semilleros, Parte de esa preparación consistía en despejar los suelos mediante la tala de algunos de los árboles, dejando en pie otra cantidad considerable que se conservaba para dar sombra a los cafetales.
Los productores también tenían que asegurar suficiente mano de obra para cuidar los árboles y limpiar los cafetales regularmente. Cuando los árboles comenzaban a producir granos de café a los cinco o seis años de haber sido sembrados, el productor tenía que obtener suficiente mano de obra.
Durante los meses de cosecha (generalmente de diciembre a febrero) como para recoger todo el café y hacerlo llegar a los comerciantes o beneficiadores. Esta mano de obra podía provenir de los propios miembros de la familia del productor de café o de trabajadores a quienes se les pagaba de acuerdo al peso del grano que recogieran.
En esta labor participaban adultos y niños de ambos sexos, pero en especial figuraban las mujeres y muchos trabajadores de la vecina república de Guatemala que venían a trabajar a El Salvador por unos meses al año.
Además del cultivo propiamente, la producción de café incluye una fase industrial mediante la cual se despulpa la semilla y se seca para que quede solamente el grano.

Maquinarias Utilizadas

Al principio, durante los años de 1860 a 1880, no se usaba maquinaria muy complicada para este proceso. Existían unas máquinas pequeñas para despulpar y secar, algunas de las cuales fueron inventadas en El Salvador. A medida que la producción de café se expandió, algunos de los productores y comerciantes invirtieron en la compra de maquinaria más compleja, casi siempre de fabricación inglesa o norteamericana.
Con esto, los beneficiadores lograban una mayor ganancia al comprar el grano sin procesar de muchos productores, ya fueran estos campesinos o agricultores mayores.

FORMAS Y LUGARES DE PRODUCCIÓN

Para iniciar los trabajos del ciclo agrícola, muchos de los productores de café a menudo se endeudaban con los comerciantes, beneficiadores o exportadores. Estos comprometían su próxima cosecha para pagar el préstamo. Si el precio del café subía, el productor lograba cancelar el préstamo sin problema; pero si el precio del café bajaba, entonces el productor podía terminar endeudado por más de lo que le pagaban por su café.
Si estas deudas se acumulaban, los productores podían terminar perdiendo sus tierras a manos de sus acreedores. Esto dificultaba especialmente la participación de los pequeños propietarios en la producción cafetalera, pues, como no existían bancos que les prestaran, casi siempre tenían que depender de comerciantes o terratenientes grandes que cobraban tasas de interés de hasta el 2% mensual.
Ya que la producción cafetalera estaba restringida a ciertos tipos de suelos, incluyendo aquellos ubicados cerca de carreteras, ferrocarriles y puertos existentes, la economía del grano tuvo siempre un carácter regional. Los departamentos productores siempre han sido los mismos: Santa Ana, Ahuachapán, La Libertad, Usulután y, en menor grado, La Paz y San Vicente. Y aun dentro de estos departamentos existen zonas costeras y otros terrenos planos que nunca han sido utilizados para la producción de café. La producción cafetalera empezó casi siempre en las afueras de las ciudades (Santa Ana, Ahuachapán, Santa Tecla, Santiago de María) y se extendió hacia el interior, llegando a veces a ocupar tierras en municipios aledaños.
Las fincas de café durante el siglo 19 no eran muy grandes; sólo unos pocos productores tenían fincas de más de veinte o treinta hectáreas. La mayor parte de las fincas estaban por debajo de este tamaño, aunque para fines de siglo ya existían empresarios que ocupaban varios cientos de hectáreas, además de tener sus propios beneficios y casas de exportación. Por ejemplo, a comienzos del siglo 20, el señor Ángel Girola ya tenía 310 hectáreas en producción en Nueva San Salvador y era uno de los productores más fuertes del país en esa época.